jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Tocar el cielo?

   Quiero alcanzar un cielo que, con todo mi ser, anhelo... pero estoy demasiado anclada en este suelo que me domina, suelo cual de arenas movedizas que parece no querer dejarme dar ni un paso...

   Tengo, al menos, una farola que me alumbra el camino, inalcanzable...
Nunca se me dió bien trepar. Intento asirme a ella para no hundirme más pero... está demasiado alta. Intento conformarme, al menos, cada noche me regala su luz, desinteresadamente, entre las tinieblas.

   A mi alrededor, las flores, se ríen de mí... es fácil, ellas son bellas. Su suelo es fértil y les da, junto con el sol, el sustento que necesitan... y así, cada día se ponen más bonitas. Lo tienen todo, así es fácil inundar todo de alegría con su colorido... El agua que necesitan, les cae del cielo o les llega a la mañana como rocío.

   Envidio a esas flores cuya única misión es estar bellas y lucirse, mientras yo me hundo más y más, hasta convertirme en el frío asfalto que todos pisan.