lunes, 21 de junio de 2010
Tan pequeña...
A veces, aun siendo mayor, era tan pequeña que me pasaba el día soñando... a veces confundiendo la línea que separaba mi sueño de la realidad... Extrañaba aquellos días en que lo de ser pequeña, era literal... No recordaba a la gente que me saludaba por la calle, afirmando haber estado en parbulitos conmigo, porque mi mundo abarcaba más que recordar, mil fantasías, ilusiones y esperanzas para cuando fuese, al fin, mayor... Hoy, me doy cuenta cuanta falta hace cimentar bien el comienzo de nuestra vida... disfrutar cada segundo como defendía aquel poeta romano... porque de esos cimientos depende la realidad del presente, a la que todos nos hemos de enfrentar... pero, sin perder esa inocencia, esas ganas de soñar, y esa sonrisa pueril que nos ayudaron a crecer no tanto por fuera, como por dentro...
miércoles, 9 de junio de 2010
humores...
Vuelve a caer la lluvia sobre mi ventana, como tantas otras veces lo hizo...
Siempre pasa igual, pero "siempre" todo es distinto...
Cuántos besos he soplado al viento... y... ¿habrán llegado alguna vez a dónde debían? o, tal vez... ¿habrán llegado a dónde, no muy certera, yo los enviaba?
Y es que, de un tiempo a esta parte soy... soy tantas cosas qué ninguna de ellas me dice quién soy...
Un artista del alambre, jugando a no caer... un bolsillo mágico lleno de sonrisas que recopilé para tí... una lágrima que fugaz escapa sin que nadie la haya invitado a salir... millones de sensaciones encontradas (más bien perdidas) intentando salir unas por encima de otras... una lucha entre mi consciencia y mi inconsciencia... un "no sé" que sabe perfectamente qué quiere, cómo lo quiere, cuándo y dónde...
Soy melancolía, flema, cólera... ¡¿qué haría Hipócrates con este temperamento mío si alcanzase a ver que, hace tiempo, del sanguíneo me olvidé!? ...que ya no escucho lo que al oido solía susurrarme mi corazón, aunque ahora me lo grite...
Siempre pasa igual, pero "siempre" todo es distinto...
Cuántos besos he soplado al viento... y... ¿habrán llegado alguna vez a dónde debían? o, tal vez... ¿habrán llegado a dónde, no muy certera, yo los enviaba?
Y es que, de un tiempo a esta parte soy... soy tantas cosas qué ninguna de ellas me dice quién soy...
Un artista del alambre, jugando a no caer... un bolsillo mágico lleno de sonrisas que recopilé para tí... una lágrima que fugaz escapa sin que nadie la haya invitado a salir... millones de sensaciones encontradas (más bien perdidas) intentando salir unas por encima de otras... una lucha entre mi consciencia y mi inconsciencia... un "no sé" que sabe perfectamente qué quiere, cómo lo quiere, cuándo y dónde...
Soy melancolía, flema, cólera... ¡¿qué haría Hipócrates con este temperamento mío si alcanzase a ver que, hace tiempo, del sanguíneo me olvidé!? ...que ya no escucho lo que al oido solía susurrarme mi corazón, aunque ahora me lo grite...
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